El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente valora la labor de profesionales y empresas en la XXV edición de los “Premios Alimentos de España”
Mañana, 23 de octubre, se entregan los galardones de la XXV edición de los “#PremiosAlimentos de España:
El Premio Extraordinario Alimentos de España ha recaído en el chef José Andrés, por su importante labor divulgadora y su trabajo en la internacionalización de la gastronomía y los alimentos españoles
La agricultura se considera uno de los grandes temas de inversión del siglo XXI. La población mundial sigue aumentando −se espera que alcance los 9.000 millones de personas en los próximos 25 años− y la demanda de alimentos es cada vez mayor −según la FAO, la producción alimentaria debería aumentar un 70% hasta 2050 para satisfacer la demanda− pero, según expertos como Jim Rogers, los inventarios están en mínimos históricos y los factores climáticos podrían tener un impacto importante sobre el precio de los productos agrícolas.
“En los próximos 30 años, habrá que producir más alimentos de los que se han producido en los últimos 10.000”, explica Stefan Meinhold, Investment Specialist del fondo DWS Invest Global Agribusiness en Global Thematic Partners, perteneciente a la gestora Deutsche Asset Wealth Management (DeAWN). “Esta explosión de la demanda responde al crecimiento demográfico y al peso cada vez mayor de las proteínas en la dieta de los mercados emergentes, una situación que supone un reto porque la capacidad del planeta es limitada y no quedan muchas más áreas cultivables por explotar. Organizaciones como la ONU reclaman una mayor inversión en agricultura y ahí es donde encaja nuestro fondo, que invierte en empresas de toda la cadena de valor del negocio agrícola, desde granjas a supermercados”, añade el experto. El fondo cede un 4,72% en el año (datos de Morningstar a 16 de agosto), aunque presenta un rendimiento anualizado a tres años del 3,81% y del 2,58% a cinco años.
En Pictet Asset Management también apuestan por este sector mediante el Pictet Agriculture, un fondo que invierte en empresas relacionadas con agricultura que llevan a cabo un uso eficiente de recursos y energía, con exposición a modelos de negocio más sostenibles. Logra un rendimiento del 1,88% en 2013 y del 4,68% en el anualizado a tres años. “Plantaciones y granjas constituyen la base del fondo, seguido de maquinaria, servicios en la cadena de valor, fertilizantes y protección de cultivos, inversiones que, además de contribuir a mejorar la eficiencia y estabilidad de la producción agrícola mundial, ofrecen cobertura respecto a la volatilidad de las materias primas”, cuentan desde la gestora.
Según Gertjan van der Geer, gestor del fondo, los inversores pueden participar en tres áreas: “Bienes de producción, que mejoran la eficiencia y el rendimiento, reduciendo costes y precios; técnicas de gestión agrícola, que generan economías de escala y minimizan los desperdicios, y distribución, que abarca servicios logísticos, almacenamiento y transporte, procesadoras (incluyendo eliminación de toxinas) y conservación de los alimentos”.
En DeAWN han identificado varios subtemas del universo de inversión. “Por un lado, nos centramos en empresas de fertilizantes, un segmento que resulta crucial en la mejora de la productividad de las tierras de labranza, que disfruta de una creciente demanda en países emergentes como la India y donde ahora mismo las valoraciones son muy atractivas”, apunta Meinhold. “Por otro lado, nos decantamos por los alimentos de producción ecológica, una tendencia al alza entre los consumidores y uno de los temas favoritos de la cartera en los últimos dos años”.
Por su parte, el fondo Amundi Funds Equity Global Agriculture, gestionado por Amundi AM, intenta explotar los desequilibrios entre oferta y demanda. Como explica el gestor del fondo, Nicolas Fragneau, “la demanda de alimentos se ve respaldada por el aumento de la población y el incremento de las rentas, mientras que la oferta está limitada por la disponibilidad de tierras cultivables, el rendimiento de los cultivos y la sostenibilidad de la producción alimentaria. Nuestro objetivo es identificar los sectores y empresas mejor posicionados para beneficiarse de estos desequilibrios y aquellos que presenten un elevado potencial de crecimiento sostenible”.
El fondo no invierte directamente en productos agrícolas, sino en productores; gracias a esta estrategia, presenta un rendimiento del 2,63% en el presente ejercicio y del 4,33% en el anualizado a tres años. “Nuestra filosofía es invertir en empresas que contribuyan a garantizar que la creciente población mundial dispondrá de alimentos suficientes a precios razonables. En nuestra opinión, el fin del oligopolio de la potasa (un importante ingrediente de los productos fertilizantes) tendrá consecuencias negativas sobre las empresas agroquímicas. Por otra parte, las buenas cosechas de este año en Norteamérica mejoran las perspectivas para las empresas de servicios agrícolas, que se beneficiarán de un mayor volumen, y las empresas ganaderas, que podrán alimentar a sus animales a un menor coste”.
En DeAWN se muestran optimistas con respecto a las perspectivas del sector. “Las empresas en las que invertimos continúan mejorando sus beneficios y aumentando el dividendo, y las valoraciones siguen siendo muy atractivas. Creemos que la reciente debilidad de precios es temporal y que puede ofrecer un buen punto de entrada para los inversores. La agricultura es una megatendencia muy sostenible, porque la gente siempre tendrá que comer”.
Fuente: FundsPeople
Según ha publicado Nielsen en su Estudio Global sobre Responsabilidad Social Corporativa, el 40% de los españoles está dispuesto a pagar más por productos y servicios de empresas con programas que benefician a la sociedad. Por otro lado, la media de europeos que lo harían asciende al 36%; mientras que países como Italia y Portugal (con el 44% y el 46% respectivamente) incluso superan este porcentaje.
Los consumidores de nuestro país no solo están dispuestos a comprometerse y pagar más, sino que bastantes ya lo han hecho: un 28% apunta que en los últimos seis meses han comprado algún producto o servicio porque saben que las empresas o distribuidoras tienen programas de responsabilidad social corporativa (RSC).
Por otro lado, según afirma el informe, casi 6 de cada 10 consumidores creen que las empresas deberían impulsar su compromiso social. A este respecto, Gustavo Núñez, director general de Nielsen Iberia, afirma que “en países como España, donde es escepticismo es alto, los programas de RSC deben ser consistentes e incontestablemente auténticos para resultar creíbles“; y añade que “resulta clave también el mostrar transparencia, estar abierto al uso de nuevas vías de comunicación online como el social media“.
A nivel mundial, el 50% de los consumidores estarían dispuestos a pagar más por productos y servicios de compañías implicadas en programas de RSC, lo que supone un incremento de cinco puntos más que en el año 2011, según el estudio realizado por Nielsen.
El interés de los consumidores por la responsabilidad social de las empresas ha aumentado en el 74% de los países analizados, un dato significativo que denota la importancia de que las empresas realicen programas adecuados y comprometidos con la sociedad.
Tal y como afirma la consultora, estas cifras ponen de manifiesto las grandes posibilidades de crecimiento para las empresas que decidan apostar por un compromiso activo con la sociedad, si son capaces de transmitirlo y hacerlo llegar de forma positiva a los consumidores.
La industria de alimentación y bebidas es consciente de ello; y fruto de su compromiso con la sociedad, y en concreto su salud, y el medio ambiente, las empresas y asociaciones del sector trabajan desde hace años en este campo para estar más cerca de la población de un modo responsable. Cabe mencionar, como ejemplos entre los múltiples que hay, los recogidos en el informe de FoodDrinkEurope “Towards Environmental Sustainability” o el “Catálogo de Alimentación y Salud: El compromiso de la industria española de alimentación y bebidas” de FIAB.
La Secretaria General de Agricultura y Alimentación, Isabel García Tejerina, ha afirmado hoy que “la industria agroalimentaria jugará un papel clave en la recuperación económica de España, y tiene a su disposición nuestro trabajo, nuestra mejor voluntad y nuestras capacidades”. Así ha valorado la labor que viene desarrollando el sector, en su intervención en la inauguración del “I Madrid Food & Drink Summit” que con el título “Alimentación y Sociedad en un mercado global” y organizada por la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB) y Kreab Gavin Anderson, se celebra en Madrid.
García Tejerina ha destacado la situación del sector agroalimentario como uno de los principales puntales económicos del país, con un volumen de exportaciones que en 2012 ascendieron a 36.100 millones de euros, lo que supone el 12,6 por ciento de las exportaciones españolas, aportando un saldo positivo de 6.000 millones de euros.
“España es eloctavo exportador mundial de productos agrarios, dato no suficientemente conocido, y estamos entre los diez primeros países en el mundo, que, en conjunto, suponen el 50 por ciento del valor total de las exportaciones de productos agrarios”, ha subrayado la Secretaria General.
A pesar de esos logros, García Tejerina ha llamado la atención sobre la necesidad de que el sector “siga preparándose para jugar el papel que le corresponde en la economía global del siglo XXI”, y ha recordado que para ello debe hacer frente entre otros retos a la seguridad alimentaria, el desperdicio de alimentos, la mejora de la productividad o la innovación.
RETOS Y OPORTUNIDADES DEL SECTOR
En materia de seguridad alimentaria, la Secretaria General ha señalado que lasproyecciones demográficas muestran una tendencia al envejecimiento en todo el hemisferio Norte y un acusado rejuvenecimiento en el Sur, ya que un 90 por ciento de las personas que engrosarán el censo de población previsto para el año 2050 nacerán en países en desarrollo.
“La población mundial va a ser más joven y urbana que nunca, y ello representa un importante factor de cambio que ofrece grandes oportunidades, por el crecimientodel consumoy la evolución delas dietas de las clases medias”, ha explicado García Tejerina.
En ese contexto ha planteado las posibilidades de España que, por suacreditada experiencia agroalimentaria, “puede ofrecer a los países en desarrollo, junto a nuestros productos alimentarios muchos de nuestros conocimientos y colaboración empresarial, componentes que estos países precisan para hacer frente a sus necesidades alimentarias”.
En relación con el desperdicio de alimentos, la Secretaria General ha subrayado que “en un mundo sensibilizado por la falta de aprovisionamiento de alimentos para millones de personas y por la sostenibilidad medioambiental, no puede perderse un tercio de la producción de alimentos a nivel mundial que supone 1.300 millones de toneladas”.
Frente a ello ha resaltado la importancia de la estrategia lanzada hace unos meses por el Ministerio bajo el lema “Mas alimentos, menos desperdicios”, recordando que su objetivo es reducir en un 50% los alimentos no consumidos, y para lo que hemos contado con la colaboración de la industria española.
Otro de los desafíos para la industria agroalimentaria planteados por García Tejerina ha sido el de la innovación. Tras exponer que “en materia agroindustrial, las nuevas tecnologías anuncian un nuevo modelo industrial flexible, rentable y mucho más adaptado a las necesidades del consumidor”, la Secretaria General ha destacado el papel que el Programa Nacional de Innovación e Investigación del Sector agroalimentario, que elabora el Ministerio y que “pretende ser ante todo un proceso dinamizador, facilitador e integrador de la innovación agroalimentaria de nuestro país”.
García Tejerina ha finalizado su intervención resaltando las fortalezas del sector agroalimentario español que, “considerado en su conjunto, puede hacer frente a los desafíos de este mercado globalizado, y, de hecho, lo está haciendo de manera solvente”. Este buen comportamiento, ha añadido, tiene mucho que ver con la calidad de la materia prima de nuestros productos y la calidad creciente de nuestras elaboraciones.
Fuente: Ministerio de Agricultura