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Vivimos en la era de las fake news, un mal que afecta a todos los ámbitos de la civilización. Lamentablemente, el de la agroalimentación tampoco está a salvo de este azote. Muchos ciudadanos adolecen de criterio y de capacidad para verificar informaciones, que circulan a gran velocidad, sobre todo si estas resultan ser falsas.

Aunque los ingenieros agrónomos no formamos parte del problema, debemos intentar ser parte de la solución y, por tanto, combatir este fenómeno con todas las armas a nuestro alcance. Por eso, la Asociación Nacional de Ingenieros Agrónomos (ANIA) y el Grupo Alimentario de Innovación y Sostenibilidad (GIS), entre otros organismos, han presentado esta semana en Madrid el Manifiesto por el valor de la ciencia en la agroalimentación, editado por Agrifood comunicación.

Combatir las crecientes campañas de desinformación
La presentación ha tenido lugar en el Meeting Point de Agrifood, y en la misma han participado, entre otros, María Cruz Díaz, presidenta de ANIA, Luis Alberto Calvo, presidente del COLVET, José Manuel Palacios, director de la ETSIAAB y Juan Pascual, veterinario y divulgador científico. El objetivo de este documento es centralizar la ciencia en el debate público y combatir las crecientes campañas de desinformación que afectan al sector agroalimentario español.

Según reza el manifiesto, «la innovación, la sostenibilidad y la rentabilidad se han convertido en tres pilares fundamentales para el sector agroalimentario», pero alerta de que las «campañas de desinformación no solo suponen un riesgo reputacional, sino que perjudican el progreso sostenible en el sector. “La creciente propagación de noticias falsas en redes sociales y medios digitales está distorsionando la percepción pública sobre la agricultura, la ganadería y los avances tecnológicos, y afecta tanto a los consumidores como a las decisiones políticas».

El texto pone de manifiesto su preocupación por el impacto de estas noticias falsas: “La opinión de los consumidores, e incluso la opinión de los gobiernos, se ve fácilmente influida por titulares y campañas que, realmente, no transmiten información veraz”.

El impacto económico y social de las fake news
El sector agroalimentario, que en 2023 generó un Valor Absoluto Bruto (VAB) de 119.140 millones de euros, equivalente al 8,94% de la economía española, está en riesgo de ver cercenado su desarrollo debido a la desinformación. El manifiesto subraya que la agricultura y ganadería en España “son cada año más respetuosas con el medio ambiente”, pero advierte de que las fake news “han creado una narrativa que presenta al sector como una amenaza para el medio ambiente, a pesar de los avances en sostenibilidad logrados en los últimos años”.
Las campañas de desinformación, según el manifiesto, «ponen en riesgo los avances sostenibles que se están implementando en la cadena de valor agroalimentaria». La adopción de tecnologías que permiten producir más con menos, como la agricultura de precisión o los cultivos transgénicos, está siendo ralentizada por la desconfianza generada entre los consumidores.

Estudios recientes sobre la desinformación en el sector agroalimentario
Diversos estudios han abordado la problemática de la desinformación en el sector agroalimentario. Según un informe publicado en 2023 en la revista Sustainability, «las redes sociales y las comunidades digitales son las principales vías de difusión de noticias falsas en el sector agroalimentario». Este estudio destaca la falta de mecanismos efectivos para frenar la propagación de desinformación en estos canales, lo que genera confusión y afecta negativamente la percepción de los avances en sostenibilidad.
Por su parte, un estudio llevado a cabo por EconPapers revela que aproximadamente el 25% de los consumidores encuestados tienden a creer en fake news relacionadas con alimentos y productos agrícolas. Este fenómeno genera «desconfianza hacia productos innovadores como los transgénicos o la carne de producción intensiva y afecta a la reputación de las empresas y la percepción del consumidor sobre productos que son clave para la sostenibilidad alimentaria”.

Un tercer estudio, realizado por el Genetic Literacy Project, subraya cómo las campañas de desinformación han tenido un impacto considerable en la escasa aceptación de los cultivos transgénicos entre grandes sectores de la población. A pesar de que múltiples investigaciones han demostrado la seguridad y beneficios de estos productos, «las fake news han logrado sembrar la duda entre los consumidores, lo que ha ralentizado la adopción de tecnologías que podrían mejorar la eficiencia y sostenibilidad del sector”.

El futuro del sector agroalimentario ante la desinformación.
El manifiesto advierte de que la desinformación “no solo genera incertidumbre entre los consumidores, sino que también pone en riesgo la adopción de tecnologías clave para un futuro sostenible”. Y subraya que la ciencia “debe estar en el centro de la información y abogar por una mayor cooperación entre los actores del sector, las universidades y los centros de investigación para educar al público y contrarrestar los efectos de la desinformación”.

ANIA y las entidades firmantes del manifiesto destacan la importancia de promover «un debate público basado en la evidencia científica», para asegurar que las decisiones de los consumidores y legisladores estén fundamentadas en datos verificables y no en titulares alarmistas. Solo así, concluyen, “se podrá garantizar que el sector agroalimentario siga avanzando en su camino hacia la sostenibilidad y la innovación”.

El sector agroalimentario español, motor clave de la economía, enfrenta un reto crucial en la lucha contra las fake news. El éxito de este sector depende no solo de su capacidad para adaptarse a los desafíos productivos y ambientales, sino también de su habilidad para enfrentar la desinformación y promover la ciencia como la base para la toma de decisiones informadas.

 Caja Rural Asturias
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